Argentina debe defender la integridad de los estados y la solución pacífica de los conflictos internacionales. Nuestra condena a la invasión rusa es total. También nuestro apoyo a la resistencia ucraniana y la defensa que enarbola su gobierno de una solución negociada. Deploramos la oferta del presidente Alberto Fernández de convertir a la Argentina en la puerta de entrada de Rusia en América Latina.
El mundo está conmocionado por la invasión de Rusia a Ucrania y la guerra que se desencadenó. Sus consecuencias son múltiples y profundas. Por su dinámica misma y la velocidad de los hechos, las conclusiones que hasta ahora se pueden sacar del conflicto y de sus resultados son a la vez provisorias e inestables. A pesar de ello, desde la Fundación Alem de la Unión Cívica Radical quisimos elaborar este documento para orientar en la toma de decisiones y en las propuestas que puede realizar nuestro partido y nuestra coalición respecto a qué debería hacer la Argentina en el nuevo escenario que se presenta. Se trata de la guerra más grande en continente europeo desde la última guerra mundial, con la mayor tragedia humanitaria en refugiados en Europa, con un alto número de muertos entre militares y civiles. Se calcula, hasta el momento, que hay más de 3 millones de refugiados. El 90% de ellos son mujeres y niños. Hasta la primera quincena de marzo 1,4 millones de niños huyeron de Ucrania a causa de la guerra, muchos de los cuales debieron partir sin sus familiares. Al menos uno de cada cinco ucranios ha tenido que dejar su hogar debido a la invasión. El 4 de febrero de 2022, diez días antes de que se inicie la invasión, el Presidente argentino Alberto Fernández se reunió con su par Vladimir Putin en Rusia y declaró: “Tenemos que ver el modo en que Argentina se convierta en una puerta de entrada para que Rusia ingrese a América Latina de un modo más decidido”. Ese día 100.000 soldados rusos fuertemente armados estaban rodeando Ucrania, junto a aviones de combate, misiles, tanques y distintos elementos de transporte blindado movilizados en las fronteras y que les daban soporte. Era la más grande concentración militar europea desde la guerra fría. Además de esta temeraria e inoportuna declaración presidencial, el gobierno argentino tuvo un comportamiento vacilante y distintos referentes políticos de la coalición gubernamental tuvieron expresiones contradictorias. Algunos de ellos miran con simpatía al invasor.
La República Argentina debe tener posiciones más claras y más firmes respecto a la guerra. En esta dirección afirmamos:
Rusia invadió un país soberano. Debe poner fin a la invasión. Debe retirar a sus fuerzas armadas y a sus agentes del territorio de Ucrania. El mundo tiene que volver a la paz. Se deben retomar las vías diplomáticas y el marco jurídico internacional de resolución de conflictos para brindar una solución duradera a las tensiones que viven ambos países. Esta invasión viola el derecho internacional, los Acuerdos de Minsk, el derecho humanitario, los derechos humanos y los principios establecidos en la Carta de Naciones Unidas tales como el respeto a la soberanía y a la integridad territorial de los Estados, la no agresión, la resolución pacífica de las controversias y la no amenaza ni uso de la fuerza militar para dirimir conflictos.