Fundación Alem

El gobierno debe frenar ya su ataque al sistema científico y educativo

El gobierno nacional está debilitando de manera drástica al prestigioso sistema de ciencia, tecnología e innovación argentino. Ir sobre la ciencia y el conocimiento es bombardear las bases más sólidas del desarrollo presente y futuro.

En esta oportunidad, a través de la decisión de la Agencia Nacional de Promoción de la Investigación, el Desarrollo Tecnológico y la Innovación (Agencia IDi) que es un golpe duro a la investigación básica.

La Agencia de CyT funcionó por casi treinta años como el principal financiador de la investigación básica y aplicada y de la innovación con base científica. Aún dentro de sus limitaciones, la labor de la Agencia permitió establecer y financiar líneas de investigación científica variadas y permitió la evolución desde líneas de investigación básicas a la resolución de problemas de la sociedad. Contribuyó a generar nuevos saberes, productos y servicios. Bajo gobiernos de distinto signo político. Con distintas coyunturas. Financió personas, equipos de trabajo, laboratorios, insumos, infraestructura, proyectos de innovación, proyectos de investigación, instituciones, empresas, entre otras cosas.

Desde que asumió, respecto a ciencia y tecnología el gobierno de Javier Milei tomó medidas de debilitamiento tanto de las instituciones como de las personas y los financiamientos. En el caso de la Agencia no sólo modificó su gobernanza -haciéndola más concentrada, más ligada al partidismo político, menos federal, menos cercana a la solución de problemas productivos, más alejada de las universidades- sino que suspendió los financiamientos y, ahora, redujo muchísimo las posibilidades que tienen los equipos de investigación para poder desarrollar su trabajo.

En esta oportunidad un Comité integrado por la Presidenta de la Agencia y dos directores ha decretado un golpe durísimo y letal, bajo la apariencia de poner fin a “un modelo que diluía los recursos en una multiplicidad de proyectos a los que se adjudicaban montos insuficientes”.

Las siguientes acciones aprobadas por el directorio de la Agencia son graves y perjudican seriamente al desarrollo científico tecnológico del país.

  1. Dar de baja las Convocatorias PICT 2022 (a ser firmada en 2024) y 2023 (no abierta). Desde hace dos años, los grupos de investigación no tienen nuevos recursos para desarrollar sus temáticas. Por otra parte, proyectos anteriores han sido desfinanciados. Es decir, durante dos años, la administración actual no ha sido capaz de articular ni siquiera recursos que considera modestos. La nueva decisión implica que estos proyectos, algunos ya evaluados y aprobados, otros en construcción, quedan anulados. Esto es simplemente una burla a grupos de investigación que tuvieron fondos aprobados luego de pasar revisión por pares y comisiones, lo que implica mucho tiempo valioso de planificación, evaluación y gestión estratégica. En el caso de la convocatoria PICT 2023, el largo período de indefinición seguido de la baja es una falta total de respeto al tiempo y esfuerzo de los investigadores.
  2. Lanzar una nueva convocatoria a partir de la evaluación de un Comité Asesor de tres personas, con una aparente “mejora” de los fondos. Lo que no se dice abiertamente es que el monto total de los fondos es una pequeña fracción de los montos anteriormente asignados a la Agencia. Por comparación, la convocatoria PICT 2021 (otorgada en 2023) tuvo un monto equivalente de USD 70 millones, más 30 millones en refuerzo para líneas anteriores. En contraste, las sumas de esta convocatoria son de:
    1. Apoyo a la Investigación Científica (AIC) USD 10 millones (Préstamo BID N° 5293/OC-AR “Programa de Innovación Federal”), aproximadamente 50 proyectos.
    2. Proyectos Innovadores Start Up de Base Tecnológica 2025 TRL 3-4 USD 2,5 millones (Préstamo BID N° 5293/OC-AR “Programa de Innovación Federal”), aproximadamente 17 proyectos.
    3. Proyectos Innovadores Start Up de Base Tecnológica 2025 TRL 5-6 USD 3,5 millones (Préstamo BID N° 5293/OC-AR “Programa de Innovación Federal”), aproximadamente 14 proyectos.
    4. Proyectos Innovadores Start Up de Base Tecnológica 2025 TRL 7-9 USD 5 millones (Préstamo BID N° 5293/OC-AR “Programa de Innovación Federal”), aproximadamente 10 proyectos.

Es decir, se pasa de una inversión de aproximadamente 70M USD para alrededor de 1500 proyectos a una de 21M USD, totalizando menos de 100 proyectos. Si bien se incrementa de manera significativa el financiamiento medio de los proyectos, se lo hace a expensas de dejar afuera a un gran número de grupos de investigación y temáticas.

Por otra parte, los proyectos deberán ser dirigidos por investigadores senior con apoyo explícito de posibles empresas adoptantes. Esto excluye deliberadamente a proyectos dirigidos por jóvenes investigadores, que no encontrarán cómo desarrollar sus nacientes líneas de investigación.

En resumen, con esta decisión, Argentina decide invertir menos en ciencia, beneficiando marginalmente a una minoría de grupos de investigación que realizan investigación aplicada u orientada y subsidiando a empresas, en lugar de ayudarlas a invertir. No es que esté mal la modalidad de investigación para empresas. Está bien. Lo que está mal es que esa modalidad anule las otras. Anula la investigación básica, anula las ciencias sociales y humanas.

La investigación básica es reconocida mundialmente en todos los modelos de desarrollo técnico económicos como la de mayor impacto a largo plazo en la economía de las naciones, lo que ha sido reconocido en el Premio Nobel de Economía de 2025. Las ciencias sociales y humanas nos permiten comprender las sociedades y su evolución, interpretar los sentidos que las personas dan a sus acciones, analizar las desigualdades y los conflictos, y orientar las decisiones públicas para construir sociedades más justas, democráticas, sostenibles con personas más felices que tengan más posibilidades de concretar sus ilusiones.

Esta política, desarrollada sin consensos ni consultas con la comunidad de CTI, atenta contra la conformación de un ecosistema de ciencia, tecnología e innovación sustentable y federal. Explícitamente, la Agencia está eligiendo disminuir la inversión en ciencia básica, anular las carreras de jóvenes investigadores y desbalancear el ecosistema de CTI nacional. Estas acciones están en contra de las políticas en curso en el mundo, y terminarán en la pérdida de nuestros mejores recursos humanos, volviendo a nuestro país menos competitivo mundialmente en el contexto de la economía del conocimiento.

Esto se suma al debilitamiento del CONICET, la virtual paralización del INTA, del INTI y de otras instituciones. La parálisis total de la secretaría de CyT. La incertidumbre de la CNEA (energía atomíca) y de la CONAE (nuestra agencia especial). Cuando todos los países toman cada vez más al conocimiento como eje de su progreso y bienestar, y es un recurso cada vez más estratégico en términos globales, el actual gobierno está decidido a hacerlo más raquítico, expulsivo, partidizado e insignificante.

Este sendero es la segura destrucción de un sistema productivo sofisticado y diversificado y de una sociedad cada vez mejor formada y más democrática.

La Fundación Alem le reclama al gobierno que frene inmediatamente la destrucción del sistema científico y académico. El camino al progreso no se recorre talando el presupuesto ni rompiendo el ecosistema del sector.

Es importante generar proyectos de calidad y alto nivel de selección con buena financiación, y resulta esencial mantener un presupuesto fuerte y con un abanico de proyectos diversificado para crear las condiciones que generen conocimiento, desarrollo federal, inversión privada en nuevas tecnologías y riqueza para las futuras generaciones.